Cultivo de tabaco
La patria del tabaco cultivado es América del Sur, desde donde, gracias a Cristóbal Colón, encontró su camino a Europa, y luego a Sudáfrica e Indochina. El tabaco se cultiva actualmente en más de 100 países de todo el mundo. China es el líder en la producción de tabaco, con un 40% de la producción mundial. Los Estados Unidos, India, Brasil, Turquía y Grecia son también magnates.
Gracias a su gran adaptabilidad a las diferentes condiciones edafoclimáticas, el tabaco se cultiva en hasta tres zonas climáticas: tropical, subtropical y templada. Su adaptabilidad permite su cultivo a escala industrial, mientras que las diferentes condiciones permiten obtener tabaco con propiedades específicas de una determinada región de cultivo, como el sabor, el aroma, el color y el contenido de nicotina.
Los requerimientos de suelo para el tabaco noble no son grandes, pero si queremos obtener mayores rendimientos, deben ser suelos ligeros, permeables, con un pH de alrededor de 7. Es importante regular las condiciones del agua en el suelo, porque al tabaco no le gustan los suelos húmedos e inestables.
El cultivo del tabaco es uno de los más intensivos en mano de obra, ya que la mayoría de los tratamientos se realizan a mano. La excepción son los Estados Unidos, donde el cultivo y la recolección están en gran medida mecanizados. Otros magnates productores de tabaco (China, India) tienen acceso a mano de obra barata, lo que, combinado con condiciones climáticas favorables y suelos adecuados, hace que la producción de tabaco sea muy rentable.
Plantación y mantenimiento
El tabaco noble se siembra para su inspección, donde después del período de germinación las plántulas se acolchan y luego se rompen. La siembra en el suelo tiene lugar después de que el riesgo de heladas ha disminuido. Después de unos 3-4 meses de cultivo, durante los cuales el tabaco se somete a tratamientos tales como poda, eliminación de brotes laterales, fertilización, control de malezas, fumigación contra enfermedades y plagas, se realiza la cosecha.
Colección
Debido a la maduración gradual de las hojas para la cosecha, se prefiere la cosecha manual. Cuando están maduras para la cosecha, las hojas del tabaco se vuelven verde claro y las puntas empiezan a ponerse amarillas. La superficie de la hoja se vuelve opaca y pegajosa. Las hojas adquieren gradualmente las características de madurez, por lo que todo el proceso de cosecha manual se prolonga, pero garantiza que las hojas tengan las propiedades adecuadas. Las hojas recogidas son colgadas en cuerdas o alambres y colgadas para su secado en salas con paredes caladas (en países con clima cálido), o en salas con posibilidad de controlar la temperatura y la humedad. También se utiliza el secado al sol, pero relativamente raramente. Las hojas secas se cosechan en manojos y se venden a los procesadores.
Tabaco sin elaborat
El tabaco sin elaborar son las hojas que se venden sin cortar. Este tabaco va a las fábricas o directamente a los clientes individuales, que tienen la oportunidad de preparar para sí mismos una mezcla de cualidades gustativas adecuadas. El acceso al tabaco sin procesar le da la libertad de componer mezclas personalizadas que se adapten a sus gustos. Es importante que la calidad de las hojas de tabaco crudo sea alta y que se conozcan las características de las diferentes variedades disponibles.